Las TIC aplicadas al proceso educativo
El uso de la TIC es innovador, actual y motivador, ya que presenta un nuevo escenario de aprendizaje, y permite conocer las últimas novedades a través de internet y los sistemas de información. Además con el uso de las TIC como una herramienta necesaria en la educación se puede lograr despertar el interés de los estudiantes, posibilitar el mejoramiento de las habilidades creativas, la imaginación y habilidades comunicativas.

martes, 21 de junio de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
QUE ES PLANEAR POR PROYECTOS
¿ QUÉ ES PLANEAR POR PROYECTOS ?
Un proyecto es una estrategia de la cual debe valerse el docente en la actualidad, en la que se combina el estudio empírico con la consulta bibliográfica
El proyecto debe fundamentarse tanto en los intereses de los alumnos como en los temas del curriculum. Este puede desarrollarse en forma individual o colaborativa, siendo la última lo ideal en el propósito de desarrollar habilidades sociales, comunicativas y creativas.
Los proyectos son las actividades que estimulan a los niños a interrogarse sobre las cosas y a no conformarse con la primera respuesta, problematizando así la realidad. Son las actividades que, también, permiten a los niños diseñar sus procesos de trabajo activo y les orientan a relacionarse de modo más independiente con la cultura y con el mundo natural y sociotecnológico que habitan, que los conducen a poner sobre la mesa lo que de verdad piensan sobre los diversos temas. Son las actividades que con mayor fuerza hacen entrar en juego las ideas y la inventiva de los niños, llevándolos a movilizar sus “miniteorías” y a confrontarlas con otros y con la experiencia, contribuyendo de ese modo al mayor desarrollo de las concepciones infantiles. Son las actividades que mayor espacio abren a los intereses de los estudiantes y a su creciente capacidad de participar conscientemente en la conducción de sus procesos de aprendizaje. En efecto, tratando de resolver los problemas de sus investigaciones, los niños se plantean la necesidad de saber más, lo que les estimula a la consulta de textos e impresos, a la conversación con expertos, a la discusión con docentes y compañeros, a la reflexión, a la observación, a la experimentación y a la acción práctica.
Podemos precisar algunas de las características positivas de los proyectos: (La Cueva 1990)
- Van abriendo nuevos horizontes y planteando nuevas exigencias a los estudiantes. La respuesta a una pregunta desencadena nuevas preguntas. El logro de una habilidad mueve al niño a “subir el listón” y a proponerse alcanzar otras habilidades más exigentes.
- Valoran los saberes y las experiencias de los niños y niñas, puesto que es a partir de ellos y gracias a ellos que se inclinan y desarrollan las actividades indagatorias.
- A su vez, el cumplimiento de los proyectos acrecienta los saberes y experiencias infantiles.
- Acumulan energía por el interés de los niños y niñas, se autopropulsan.
- Producen en los niños y niñas la satisfacción de conducir su propio trabajo, de participar y de lograr objetivos. Ello puede ir creando espirales positivas de desarrollo cultural y afectivo-personal (Hayes, 1990).
- Exigen el dominio de importantes habilidades. Proyectos de diferente tipo fomentan aptitudes distintas, pero de manera genérica podemos mencionar: el manejo de diversas fuentes de información, la realización de planes, la autoevaluación, la
- Propician el fortalecimiento de capacidades metacognitivas: capacidades de guiar, regular y favorecer los propios procesos de aprendizaje.
- Fomentan el aprendizaje cooperativo, con sus beneficios en términos cognitivos, socio-afectivos y morales (Fernández y Melero, 1995).
- Permiten el compromiso físico de los niños y niñas, vinculado a la acción intelectual: exigen manipulaciones, movimientos, desplazamientos variados y significativamente controlados por los propios estudiantes, quienes encuentran así la oportunidad de manifestarse corporalmente en la escuela, disfrutando de las posibilidades de su cuerpo y aprendiendo a dominarlo mejor (Alfieri, 1984; La Cueva, 1990).
- Estimulan la creatividad. Conviene tener presente que la creatividad no se manifiesta sólo en la clase de arte o en la hora de “escritura creativa”.
Como se puede ver, los proyectos son las “actividades-reinas” del ámbito escolar, los beneficios que tiene para los alumnos el trabajo por proyectos son muchos como ya se menciono, por lo que ahora me referiré a mencionar los tipos de proyectos con los que se puede trabajar.
CLASIFICACIÓN DE LOS PROYECTOS
1 “Los proyectos se pueden clasificar en tres tipos, los cuales se explican a continuación:
Proyectos científicos, los niños realizan investigaciones similares, hasta donde lo permiten sus condiciones, a las de los científicos adultos: indagaciones descriptivas o explicativas sobre fenómenos naturales (Harlen, 1989; Giordan, 1985). Ejemplos de estos son: hacer una colección de minerales de la región, predecir y comprobar las reacciones de las lombrices de tierra ante ciertos estímulos, estudiar la luz experimentando con espejos, prismas, lupas, diversos recipientes llenos de líquidos, linternas, velas.
En los proyectos tecnológicos, los niños desarrollan o valúan un proceso o un producto de utilidad práctica, imitando así la labor de los tecnólogos. Tales serían los casos, por ejemplo, de construir aeroplanos con papel y cartulina, de inventar recetas de ensaladas y canapés, o de evaluar la calidad de varias marcas de lápices (Acevedo Díaz, 1996; Aitken y Mills, 1994; Waddington, 1987).
Finalmente, en los proyectos ciudadanos, los estudiantes actúan como ciudadanos inquietos y críticos, que solidariamente consideran los problemas que los afectan, se informan, proponen soluciones y, de ser posible, las ponen en práctica o las difunden, así sea a pequeña escala. Como ejemplos de este tipo de proyectos podemos mencionar el estudio de hábitos nutricionales de compañeros del plantel, la investigación sobre posibilidades recreativas para niños en la comunidad, o la detección de fuentes de contaminación en la periferia de la escuela (Hurd, 1982; Aikenhead, 1996; Fensham, 1997). “
FASES DE UN PROYECTO
Al trabajar por proyectos no debemos olvidar la planeación que es un paso de fundamental importancia para su desarrollo, y que consiste en elegir la distribución del programa, una o más prácticas para realizarse en el salón de clase; definir las metas y los resultados que se quieren lograr por lo que se sugiere realizarlo con las siguientes fases:
Fase de preparación en la cual se va a determinar el tema de proyecto, la planificación, el propósito, las posibles actividades a desarrollar y los recursos necesarios.
La fase de desarrollo implica la puesta en práctica del proyecto. Los diversos equipos necesitan espacios y tiempos para poder ir realizando su trabajo.
Las actividades que hay que cumplir pueden ser muy variadas, de acuerdo con el tipo de proyecto y el tema elegido: trabajos de campo, encuestas, entrevistas, experimentos, visitas, acciones en la comunidad escolar. La consulta bibliográfica debe estar siempre presente, en mayor o menor medida, a lo largo del proceso.
Es importante que los mismos alumnos vayan realizando el seguimiento de su labor, reservando para ello algunos minutos del tiempo de clase, y contando con el apoyo del docente. Maestros con experiencia en este enfoque recomiendan que cada grupo tenga una hoja grande de papel, donde se puedan ir anotando con palabras y flechas las actividades que se van cumpliendo dentro de su proyecto. Cuando diversos equipos realicen proyectos en un área común, es posible que entre todos elaboren un pliego donde se vayan viendo, en forma resumida y de conjunto, la marcha de las diversas investigaciones; de esta manera se tiene siempre al alcance de todos, el conocimiento global y el panorama relacionado de las indagaciones que se están llevando a cabo. El seguimiento y el control, especialmente los realizados por los propios alumnos, son necesarios porque ayudan a no perder de vista las finalidades del trabajo y a corregir errores por el camino. Sin embargo, tampoco deben crecer tanto y ganar tanto peso que aplasten la alegría y la espontaneidad del trabajo, en un hacer demasiado vigilado y supervisado.
La fase de comunicación es una breve exposición oral ante los compañeros. Es importante valorar esta fase, tan relevante en toda investigación, y ofrecer diversos cauces para la misma. Algunos autores (véase, por ejemplo, Gethins, 1990) diferencian entre la puesta en común, una sencilla comunicación a los compañeros de los resultados de un proyecto, y otra denominada presentación/celebración, que implica una comunicación más allá de la clase, con mayor amplitud y diversidad de mecanismos, utilizando medios que pueden ser desde poemas y canciones hasta carteles, modelos o grabaciones.
Comunicar la investigación realizada no es sólo una acción hacia fuera sino también hacia adentro, en el sentido de que ayuda a los niños a poner más en orden sus pensamientos y a completar y perfeccionar las reflexiones ya hechas. La expresión escrita y/o gráfica de resultados, las exposiciones orales organizadas y otras vías de comunicación, representan niveles más formales y exigentes de manifestación de ideas y observaciones. Por otra parte, el diálogo con los interlocutores permite avanzar aún más en ese proceso. Al comunicar los resultados a otros se da pie también a la evaluación externa del trabajo, mismo que ofrece retroalimentación útil.
EL PAPEL DEL DOCENTE EN EL TRABAJO POR PROYECTOS
Queda claro el protagonismo de los niños en los proyectos, pero ello implica a la vez un papel muy activo del docente. El maestro tiene mucho que hacer en la clase investigativa, a pesar de que no lleva el proceso directamente.
Una de sus labores es, ayudar a los niños y niñas a ampliar su campo de intereses, proponiéndoles nuevas vivencias y alentándolos en el uso de nuevos recursos. Es importante también que oriente a los estudiantes hacia una mayor profundización de sus inquietudes, aquí los docentes no dan instrucciones específicas: más bien permiten a los estudiantes elegir y variar sobre lo esencial de la clase y las metas a lograr, de este modo hacen a los estudiantes participar de su propio proceso de aprender.
Adicionalmente debe ayudar a perfilar los temas de investigación entre los muchos asuntos que los niños pueden plantear.
Es importante mencionar que en las actividades debe buscarse la integración al proceso de las tecnologías informáticas y de comunicaciones de una manera cotidiana.
Conviene estar atentos a actividades que a veces se llaman “proyectos” o “investigaciones”, sin que lo sean de verdad. Entre esos falsos proyectos podemos mencionar:
- Las tareas para la casa, que consisten en buscar información sobre un tema señalado por el docente, copiando de los libros sin mayor procesamiento ni análisis.
- Las experiencias de laboratorio, en las que los niños siguen instrucciones paso a paso, sin más.
- Las encuestas elaboradas por el docente o el texto, que los estudiantes se limitan a pasar y procesar bajo instrucciones externas.
- Las observaciones hechas por mandato, rellenando guías entregadas al efecto.
- Las indagaciones realizadas a partir de problemas que se plantea el docente, un equipo de docentes o el programa oficial, y para las cuales se correlacionan contenidos programáticos de manera más o menos forzada.
En fin, no son proyectos todas aquellas actividades en las que el problema y la metodología ya vienen dados y donde las niñas y niños se limitan a actuar, en todo caso, como “ayudantes de investigación.
[1] Lacueva, A., 1998. “La enseñanza por proyectos: ¿mito o reto?”, en Revista Iberoamericana de Educación. Escuela de Educación, Universidad Central de Venezuela, núm.16, enero-abril, Madrid, OEI, pp.165-187.
viernes, 10 de junio de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)